Dra. Alia Esquivel Salmán - Psicóloga

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“Uno deja de comer porque está muy lleno o muy vacío”

 

Simón Bross

 

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Un trastorno alimenticio consiste en la alteración en la manera de comer.

Quien lo padece, otorga excesiva importancia al peso y al aspecto corporal, al grado

de llegar a perder el sentido de la realidad y poner en riesgo su bienestar.

 

La imagen física no es la única razón para dejar de comer, en otros casos,

el trastorno obedece a razones espirituales, míticas, místicas o de fe.

 

El origen de los trastornos alimenticios es multifactorial. Es decir, la

combinación de factores personales, familiares, socioculturales, biológicos y

psicológicos, no solo provocan la disfunción alimentaria, sino que también la mantienen.

 

Casi siempre hay una falta de conciencia de la enfermedad por parte del paciente.

Para quien padece un trastorno de este tipo, la terapia psicológica representa un choque

dado que tiene que asumir que el rasgo del que se siente tan orgulloso, tiene que ser modificado.

Por ello, con frecuencia la familia es quien busca la ayuda profesional.

 

Los trastornos de alimentación más frecuentes son:

anorexia, bulimia, ortorexia, drunkorexia, vigorexia, permarexia, la pica, potomanía,

obesidad y diabulimia. Enseguida explico brevemente cada uno de ellos.

 

 

 

 

 

 

Anorexia

 

La anorexia se caracteriza por una pérdida importante de peso

debido a las dietas restrictivas y al uso de conductas purgativas.

Se le conoce como manorexia cuando el afectado es de sexo masculino.

 

Estas personas presentan una alteración de su imagen corporal

sobrestimando el tamaño de cualquier parte de su cuerpo.

 

Las características psicológicas incluyen miedo a comer en presencia

de otros, dietas bajas en carbohidratos y grasas, abuso de laxantes,

empleo del vómito, robos y mentiras.

 

Quienes padecen anorexia, en ocasiones argumentan que sus procesos

digestivos son diferentes a los demás. Se rehúsan a mantener un peso corporal

aceptable por medio de hábitos que producen una desnutrición progresiva, disfunciones

físicas, otros trastornos psicológicos o incluso la muerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

Bulimia

 

A diferencia de la anorexia, los bulímicos experimentan ataques de

voracidad que van seguidos por vómitos. Usan laxantes para evacuar,

dietas exageradas, ayuno, consumo de anfetaminas, obsesión por quemar calorías,

preocupación excesiva por la imagen y sentimientos depresivos, ansiedad y culpabilidad

por no tener autocontrol.

 

Los factores que mantienen este problema son la ansiedad, la falta de autoestima

y la alteración de la imagen corporal, entre otras cosas.

 

Las consecuencias inmediatas pueden ser desnutrición, desgaste del

esmalte dental y amenorrea (ausencia de menstruación).

 

 

 

 

 

 

 

Vigorexia

 

La vigorexia es un padecimiento que aunque no está estrictamente relacionado

con la comida, se considera un trastorno alimenticio porque comparte los rasgos de la

preocupación obsesiva por la figura y la distorsión de la imagen corporal.

 

La vigorexia puede presentar dos manifestaciones:

la adicción a la actividad física o la ingesta compulsiva para subir

de peso ante la percepción de estar muy delgado. Los vigoréxicos se pesan

varias veces al día y pasan muchas horas en el gimnasio con el fin de lograr un

desarrollo muscular superior a lo normal.

 

A ésto se suma un trastorno alimenticio que se hace patente en una dieta

poco equilibrada, donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos es

excesiva, mientras que la cantidad de lípidos es reducida.

 

Este comportamiento puede ocasionar alteraciones metabólicas, sobre todo

cuando se consumen esteroides que ocasionan cambios de humor repentinos.

 

Las características de la vigorexia están asociadas con la baja

autoestima y el rechazo de la imagen corporal.

 

 

 

 

 

 

 

Ortorexia

 

La ortorexia es la obsesión por consumir solamente comida

“sana” o probiótica, cultivada ecológicamente, sin grasas ni sustancias artificiales.

Tiene que ser orgánica, vegetal, sin conservadores, poco o nada de carnes, sólo alimentos

crudos o frutas, nada que pueda hacerles daño.

 

El ortoréxico no piensa que en realidad este comportamiento

provoca un daño en vez de evitarlo. En algunos casos, el trastorno va

acompañado de rituales obsesivos como, por ejemplo,  ciertas formas de preparar

las verduras y especial atención a los materiales que se van a utilizar,

debe ser sólo cerámica o solo madera.

 

Las personas ortoréxicas recorren kilómetros para adquirir los alimentos

que desean, pagando por ellos hasta diez veces más que por los ordinarios.

Si no los encuentran o dudan de su origen, prefieren ayunar.

 

Huyen de los restaurantes

comunes y rehúsan invitaciones para comer en casa de los amigos.

 

Cuando no cumplen su disciplina, les embarga un sentimiento de culpa

que termina en estrictas dietas o ayunos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Drunkorexia

 

La drunkorexia es un trastorno alimenticio que se caracteriza por saltearse

las comidas, para sustituir los alimentos por alcohol y así no engordar.

Es una combinación de restricción de alimentos con abuso del alcohol.

 

Si una persona vomitó antes de ir a una fiesta, su cuerpo ya se encuentra

deshidratado en el momento de consumir alcohol. La pérdida de potasio,

sales y la falta de oxígeno en la sangre, son causas de riesgo cardíaco.

 

La ausencia de comida asociada al exceso de alcohol, funciona

como un elemento mágico y peligroso porque brinda la sensación

de que se puede controlar el peso, el estado de ánimo y la euforia.

 

Algunas características de quienes padecen esta enfermedad son:

deterioro físico, hinchazón de la cara, pérdida de peso en poco tiempo,

obsesión por el peso y las calorías de los alimentos, van muy seguido

al baño y no comen nada antes de beber alcohol.

 

 

 

 

 

 

 

 

Pica

 

La Pica es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en

un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales

como tierra, tiza, yeso, virutas, moho, papel, almidón, pegamento, cenizas, insectos

o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor alimenticio.

 

 

 

 

 

 

 

 

Permarexia

 

Los permaréxicos realizan un régimen continuado de adelgazamiento

pero no dejan de comer ni se provocan el vómito, sin embargo siempre

están pensando en lo que ingieren a un límite extremo.

 

Estas personas, creen ser especialistas en nutrición suponiendo que

realizan algo bueno para su organismo. Por lo general acompañan su alimentación

con nutrientes ricos en fibra, suplementos vitamínicos y diuréticos.

 

A diferencia de la ortorexia, los permaréxicos, más que obsesionarse

por los alimentos “sanos” lo hacen por el contenido calórico y su influencia

en la ganancia de peso.

 

 

 

 

 

 

Potomanía

 

La potomanía es el deseo de beber grandes cantidades de líquidos, por lo regular agua.

Sus consecuencias pueden ser fatales, debido a que si el consumo diario supera los

cuatro litros, el cuerpo humano no podría procesarlos.

 

La potomanía no tiene causas orgánicas. Es el resultado de problemas psíquicos.

Algunos individuos podrían tener comportamientos potomaníacos como resultado de

desórdenes orgánicos como la diabetes, en éstas circunstancias no se considera trastorno.

 

 

 

 

 

 

Obesidad

 

La obesidad se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo.

El origen del trastorno puede ser metabólico, genético, ambiental o psicológico.

 

En otros tiempos se consideraba a la persona con sobrepeso como

una persona que gozaba de buena salud, sin embargo ahora se sabe que la

obesidad tiene múltiples consecuencias negativas.

 

Según el origen, se clasifica en obesidad exógena (alimentación excesiva)

y en obesidad endógena (alteraciones metabólicas).

 

La psicoterapia es de gran ayuda cuando se considera que la

obesidad es producto de un problema psicológico.

 

 

 

 

 

 

Diabulimia

 

La diabulimia es un trastorno que padecen los diabéticos que rechazan

la insulina porque les engorda. Es frecuente que las personas con diabulimia

son diagnosticadas de algún trastorno alimenticio, antes que de la diabetes.

 

Estas personas no requieren de conductas purgativas, solo dejan de cuidar su enfermedad. 

Si no se trata este problema a tiempo, el paciente puede sufrir un fallo renal,

cardiopatías, ceguera, neuropatía diabética o la muerte.

 

Los síntomas pueden ser: pérdida de peso, falta de marcas en los dedos,

debilidad o fatiga, hidropesía (retención de líquidos), aumento del apetito, de la

sed y del volumen de orina.

 

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Psicoterapia

 

La terapia psicológica, ayuda a las personas a reforzar su autoestima

y los motiva a que resuelvan sus problemas sin recurrir a conductas autodestructivas.

 

Los objetivos inmediatos son: frenar los síntomas y lograr la pronta

normalización del paciente. Posteriormente se trabaja sobre los conflictos

psicológicos y la modificación de pensamientos destructivos.

 

Finalmente, la persona aprende a aceptarse, descubre y aprecia su propia

valía interior, modificando la creencia de que la imagen física determina la valía.

 

 

 

 

 

 

 

No existe un tratamiento universal para tratar los trastornos de alimentación.

Cada caso es único y por lo tanto, requiere de una evaluación individual.

 

En la primera sesión, realizamos una evaluación que incluye la elaboración de una 

historia clínica y la aplicación de una batería de pruebas psicológicas.

 

Utilizamos tests especializados como el TAIC, Test de Actitudes de la Ingesta de Comida

y el ELITIC. Ambos permiten detectar las tendencias psicológicas que contribuyen al

desarrollo y mantenimiento de los trastornos alimenticios.

 

Después de elaborar el diagnóstico, diseñamos el tratamiento adecuado a la situación 

y lo vamos aplicando a medida que el paciente se va estabilizando.

 

 

 

 

Dependiendo del caso y de las necesidades, la intervención terapéutica

puede iniciarse desde tres perspectivas:

 

1a. Puede ser que se trabaje con la familia completa, ayudando a que

los miembros reconozcan y cambien sus patrones de conducta negativos

y a que aprendan en conjunto mejores formas de ayudarse.

 

2a. Otra alternativa, es una psicoterapia individual integradora, que

promueva un cambio de actitud hacia la apariencia corporal y la comida.

 

3a. Una intervención psicodinámica, es un recurso que permite abordar las

circunstancias individuales del pasado, que el paciente no ha podido resolver y

que están afectando su vida en el presente.

 

 

 

Es importante intervenir cuanto antes porque algunos casos requieren de

varios días o semanas para estabilizar a la persona afectada.

 

Un tratamiento a tiempo puede cambiar el pronóstico del trastorno

 

 

 
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